Nunca llegué a imaginarme que esa película de horror y ciencia ficción, que se anunciaba en medio de la expectativa general en las salas de cine de las principales ciudades de Colombia a comienzos de la década de los años setenta, tomaría forma con el paso de los años y se convertiría inexorablemente en una terrible y cruda realidad. La película, del director Alemán Gordon Hessler, quien falleció en enero del año anterior a la edad de 89 años, llevaba por título “Scream and Scream again” o “Los Cuerpos Trasplantados” en su versión en español. Su trama infería la creación de seres por medio de trasplantes mitad humanos y mitad sintéticos al mejor estilo ‘Frankesteiniano’.

Con el paso de los años comenzaron a presentarse eventos insólitos en algunas de las principales ciudades del mundo, develando la crueldad y el carácter sanguinario latente en el corazón de muchos seres que distan de ser humanos. Un caso que generó todo tipo de reacciones, se presentó durante los carnavales de Barranquilla de 1992. Una macabra escena en inmediaciones de la Universidad Libre, dejó al descubierto el repudiable tráfico de cadáveres orientado a la práctica de los estudiantes de medicina de esa alma mater. Pronto comenzó a evidenciarse un escalofriante fenómeno con similares ribetes, que no solo se presentaba a lo largo y ancho de Colombia sino en cada rincón del planeta; El tráfico de órganos.

Al igual que el tráfico de personas, la trata de blancas, la venta de niños en adopción y el tráfico de estupefacientes mediante el uso de las denominadas “mulas”, el tráfico de órganos ocupa un importante espacio en uno de los negocios ilegales de mayor crecimiento en las últimas décadas.

El encontrar el anuncio “Vendo riñón por motivos muy importantes” en una muy frecuentada página de internet hace algunas semanas, me hizo pensar que la realidad iba mucho más allá de lo que cualquier persona podría haber imaginado treinta años atrás. Es escabroso imaginar que algunas personas, persiguen compensaciones económicas para cubrir sus necesidades, sin escatimar los altos riesgos a los que se exponen al someterse a estas amputaciones quirúrgicas.

“Una importante revista de la salud, reseña que en el mercado negro se venden anualmente cerca de veinte mil riñones en todo el mundo”.

¿Pero qué es lo que hace que este negocio ilegal vaya en franco crecimiento? La alta demanda de órganos por parte de pacientes que requieren trasplantes para salvar sus vidas, así como la muy limitada aceptación de las personas en la mayoría de las culturas para la donación de los mismos, hace que la demanda sea mucho mayor que la oferta generando un negocio redondo para los inescrupulosos, que ven en ello una excelente oportunidad de llenar sus arcas.

La descomposición social en algunos países ha dejado entrever falencias a nivel gubernamental para detener el tráfico de órganos, incluso hay casos documentados donde personas al interior de los gobiernos hacen parte integral de estas repudiables redes que comercializan con seres humanos.

En Latinoamérica se ha detectado el robo de niños para extraer sus órganos, incluso se habla de fosas encontradas con cadáveres de infantes sin riñones y sin sus córneas. También se comenta que muchos de esos niños fueron utilizados como fuentes de células madre.

Otra modalidad muy frecuente es la utilización de los niños que son entregados en adopción y que terminan siendo parte de las estadísticas de esta horrible práctica. Por esta razón, las cifras de los niños que salen de los países que los entregan, nunca es igual a la que llegan a los países de destino. Muchos niños desaparecen durante el trayecto.

De igual manera, se teme que muchas de las mujeres desaparecidas, especialmente las de la fronteriza ciudad de Juárez en México, también hayan sido víctimas de este procedimiento inhumano.

Cabe recordar que, a finales de los años noventa, era corriente escuchar en varios países de habla hispana, la historia de personas que despertaban en un cuarto de hotel luego de haber sido víctimas de alguna sedación con el uso generalmente de escopolamina. Lo fuera de lo común era que al despertar se encontraban con que se les había practicado algún tipo de esterilización en contra no solo de su voluntad sino en contraposición de todo tipo de raciocinio.

China, uno de los países de avanzada en la actualidad, no escapa a este flagelo. Se comenta que a las personas que son sentenciadas a muerte, se les extraen deliberadamente sus órganos sin su consentimiento mediante el uso de poderosos anestésicos. Probablemente, los victimarios pensarán que de seguro estos ya no los necesitarán en un futuro próximo.

En la actualidad no existen datos ni cifras exactas del alcance de este problema en el mundo, sin embargo, es lógico pensar que la mayoría de estos casos puede presentarse en Latinoamérica dada la falta de leyes que criminalizan estos delitos, el nivel de pobreza y el alto índice de corrupción en las esferas del Gobierno. Sin embargo, una importante revista de la salud, reseña que en el mercado negro se venden anualmente cerca de veinte mil riñones en todo el mundo.

Como en la mayoría de los negocios, en este también quien lleva la mayor parte de la ganancia son los intermediarios. Ellos consiguen los clientes en hospitales de países ricos y ofrecen un riñón hasta por ciento veinte mil dólares, luego se dan a la tarea de conseguir un donante, generalmente una persona de estrato muy bajo y con muchas necesidades, a quien le ofrecen tan solo tres mil dólares por su órgano.

Desafortunadamente los donantes desconocen el riesgo de estas intervenciones y sus efectos colaterales. Es alto el peligro cardiovascular, los cuidados anestésicos y de terapia intensiva luego de un trasplante. Los procedimientos quirúrgicos deben ser realizados por personal altamente calificado y siguiendo un protocolo de estudio previo. Por esta razón, cuando no se siguen estos lineamientos, muchos de los donantes mueren luego de las esterilizaciones.

Sergio Canavero, un médico neurocientífico italiano, ha desatado una polémica recientemente al anunciar que en menos de dos años, el hombre podrá finalmente realizar el primer trasplante de cuerpo entero. Así las cosas, muy pronto estaríamos hablando de tener el remedio contra el cáncer, curación para la distrofia muscular y en fin, la solución médica a muchos males que en la actualidad no tienen cura, al sustituir un cuerpo enfermo por uno completamente sano.

Según el galeno, el único impedimento que se tenía hasta el momento ya fue superado. Se trataba de la conexión de la medula espinal del donante con la del receptor. Incluso, se habla de que ya fue trasplantada con éxito la cabeza de un mono al cuerpo de otro, sin embargo, la mala conexión de la médula espinal hizo que el animal no pudiera mover su cuerpo.

La pregunta es entonces, ¿Adónde llegaremos?, ¿Estaremos interfiriendo acaso con la obra de Dios?, ¿Es válido que el hombre busque prolongar la vida a como dé lugar?, ¿Estaremos por fin ad portas de encontrar el secreto de la eterna juventud?, ¿Es este quizá un paso adelante de la ciencia y uno atrás en lo religioso?